El sábado pasado tuve la
oportunidad de ver la nueva entrega Hollywoodiense de Godzilla. Desde el primer momento que me enteré de la noticia,
siempre quise que lo hicieran mejor que aquella funesta Godzilla de 1998 de Roland
Emmerich (El mismo director de Día
de la Independencia), que parecía más una mala copia de Jurassic Park que una película de “El Rey de los Monstruos”.
¿Es posible que, luego de 60 años,
el Kaiju por excelencia aún
pudiera ser harto relevante para el público? El mundo de hoy día está lleno de
horror de verdad: Ataques terroristas, desastres naturales de gran escala,
asesinos seriales… ¿será que un lagarto gigante escupe fuego aún puede inspirar
asombro? Para mí… ¡sí! Y tenemos ahora otra película que demuestra que Godzilla está muy arraigado en la
cultura popular. Aunque no tal vez por estas latitudes.
Los monstruos gigantes han sido
parte del cine desde hace años: Los dinosaurios de El Mundo Perdido (1925) y King
Kong (1933), por nombrar algunos. Pero, indiscutiblemente, Gojira (su nombre original en su natal
Japón) es una metáfora de un terror moderno del cual el hombre es totalmente
responsable: La liberación del poder atómico.
Godzilla aparece en el cine, por primera vez, en 1954, exactamente
8 años después de que fueran lanzadas las bombas atómicas sobre Hiroshima y
Nagasaki. Esta fue la catarsis a la angustia y el miedo que resonaban en Japón
de manera profunda. Tampoco es casualidad que la bestia se asemeje a una
especie de Dragón, imagen típica del folklore oriental. La combinación del
terror antiguo con el moderno fue tan potente que incluso los EEUU sucumbió a una
versión más “suave” de la película original y que fue bautizada como “Godzilla, El Rey de los Monstruos” en
1956.
El éxito de Gojira originó una franquicia tan grande que se han producido 30
películas (Godzilla 2014 es la más
reciente)… ¡7 más que la saga de James Bond! A lo largo de su existencia, el
monstruo ha pasado de enemigo de la humanidad a su protector… incluso ha sido
héroe. Durante la mitad de la década de los 60 hasta el principio de la década
de los 70 (conocido como la era Showa)
Godzilla fue más juguetón, de
aspecto amigable, incuso hacía un “baile de la victoria”, esto con el fin de
atraer a los niños. También fueron presentados otros monstruos en la serie: Rodan, Mothra, Gidorah, Biollante, Megaguirus y Destroyah.
También combatió contra extraterresres. Sus oponentes simbolizaban algo, no
sólo eran destructores de edificios, por ejemplo Gedorah, que fue presentado en la película con tema ecológico de
1971, Godzilla Vs. Gedorah (Gedorah era conocido como el Mostruo del Smog).
Godzilla (Etapa Showa) |
Etapa Heisei (A partir de 1984) |
Fui al cine en grupo y, debo reconocer
que, a pesar del tono serio y oscuro de la película, me la pasé con una sonrisa
de oreja a oreja ¿por qué? Porque la película respeta mucho el espíritu de las
producciones del Estudio Toho: Gojira no es un héroe pero tampoco es
un villano; no es un destructor de la humanidad, tampoco su campeón; no somos
su objetivo pero tampoco somos de su interés. Es una fuerza de la naturaleza.
Sus peleas son a tan gran escala (ya sea para salvar al planeta o a sí mismo)
que la humanidad no es sino un mero espectador… incluso un simple daño
colateral. Eso nos hace recordar que, por muy arrogante que sea nuestra
especie, hay cosas que siempre se nos escaparán de las manos, hay cosas que no
siempre podemos controlar y eso es lo que él simboliza: Una fuerza pura, elemental
y poderosa que nos tiene que llamar a la humildad. En el mundo y el universo
hay fuerzas más allá de nuestro control y comprensión. Él es la fuerza que nos
mantiene “con los pies en la tierra” y que nos recuerda cuan insignificante
podemos ser.
Etapa Millenium (A partir de 1999) |
Por esa razón es que Godzilla aún
sigue dando nota.
Godzilla 2014 |
No hay comentarios.:
Publicar un comentario