Puede
ser en sólo un segundo… en un momento… cambia todo. Todo a lo que estás
acostumbrado, tus ciclos, tu vida… ¡todo!. Es increíble, pero pasa. Sales de tu
monotonía, de tus amaneceres recurrentes y de tu día a día planificado, de tu zona segura de la cual nunca pensaste
salir o, si lo hiciste, la viste en lontananza, esperando crecer y madurar lo
suficiente para poder aceptar el cambio, pero, ese instante, el cual creías
lejano llegó, sin aviso, sin ningún tipo de parafernalia… llegó, simplemente
llegó, mudo, silencioso… llegó.
¿Cómo
estaba preparado? No me lo figuré. ¿Acaso fue real? ¿Sólo un sueño? No, ningún
sueño. Ahora me invaden todas las interrogantes que siempre quise evadir; una
tras otra abarrotan mi mente, sin ningún remordimiento, sin ningún pesar… y
necesito respuestas, algunas serán lógicas y coherentes, otras, ¡ni hablar!… pero
¡cuánto las necesito!
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