Ya bajándole un poco a las series
anime, ésta semana vuelvo con otra de las series de “imagen real” sobre temas
de aparatos de alta tecnología que, al comparar con los adelantos de hoy día,
se quedaron muy cortos en las predicciones.
El Lobo del Aire (Airwolf
en Inglés) es una serie de televisión norteamericana de los años 80’s, transmitida
desde el 22 de Enero de 1984 hasta 7 de
Agosto de 1987 para un total de 79 episodios de 45 minutos aproximadamente. Fue
producida por Donald P. Belisario, creador también de Magnum P.I., JAG, Salto
Cuántico y, actualmente, NCIS.
La serie cuenta la historia de Stingfellow Hawke (interpretado por
Jean-Michael Vincent), uno de los pilotos de prueba originales del Lobo, el cual es contratado por La Firma, una rama secreta de la CIA
para recuperar el helicóptero (por si no lo había mencionado antes, El Lobo del Aire es un helicóptero) que
fue robado por su creador, el Dr. Charles Henry Moffet, y fue entregado al
gobierno de Libia, enemigo de los EEUU. Hawke acepta y recupera la aeronave
pero no la regresa, sino que la oculta dentro de un volcán/cueva en el desierto
y la utiliza para llevar a cabo misiones secretas para el Gobierno de lo EEUU a
cambio de ayuda de La Firma para encontrar a su hermano St. John Hawke, perdido
en acción durante la Guerra de Vietnam.
Hawke no estaba solo. Tenía de
copiloto a su mejor amigo: Dominic Santini (Interpretado por Ernest Borgnine).
Este era el propietario de una pequeña empresa aeronáutica llamada Santini Air.
A partir de la segunda temporada aparece Caitlin O’Shannessy, reclutada como
piloto de respaldo en caso de que Hawke o Dominic no pudieran volar en alguna
misión.
La Firma era todo un enigma.
Delante de Dominic y Hawke eran los buenos. O por lo menos eso hacían creer, aunque
los protagonistas nunca estuvieron seguros, por eso actuaban con cierto recelo.
El contacto directo con La Firma era a través de Michael Coldsmith Briggs III o
Arcángel. Este siempre vestía de punta en blanco y se jactaba de “usar sombrero
blanco” en alusión a los buenos de las películas de vaqueros. En los primeros
episodios se detallan los esfuerzos del Gobierno de los EEUU para recuperar al Lobo de manos de Hawke ya que a éste,
al parecer, le tenía sin cuidado de que esta poderosa arma cayera en manos de
los Rusos.
La serie era muy oscura y
reflejaba el clima durante la Guerra
Fría. La Firma actuaba como aliados y como enemigos, pues cuando se les
daba oportunidad de poder “rescatar” al Lobo
de manos de Hawke, no la desaprovechaban.
El Lobo del Aire era una versión modificada de un Bell 222. Estaba
pintado de color Gris Metalico Fantasma en la parte de arriba y un color gris
perla (casi blanco) en la parte de abajo, similar a un patrón de colores de una
ballena Orca. Estaba armado con ametralladoras retráctiles, motor turbo y lanza
misiles. El interior estaba diseñado de manera futurista, casi fantástico:
Incluía silenciadores, tecnologías furtivas (años antes que el F-117) ayudados
con efectos de sonido; el exterior estaba blindado, podía realizar maniobras
imposibles: Volar a velocidades supersónicas, boca arriba, incluso alcanzar a
estratósfera. Los efectos de sonido iban asociados a las facultades de la nave.
El modo turbo, por ejemplo, hacía que la nave sonara como un lobo aullando
mientras pasaba un efecto similar al de un vidrio rompiéndose en pedazos.
Lobo tenía computadoras de alta tecnología. Podía identificar
elementos en tierra y aire, desplegaba mallas tridimensionales y datos de sus
objetivos. El sistema de comunicaciones podía interceptar conversaciones por
radio o teléfono, hackear computadoras, bloquear transmisiones del enemigo y
dañar los sistemas eléctricos. Tenía cámaras y radares, visión nocturna y,
aunque nunca fueron usadas en el programa, armas nucleares.
Sin más que comentarles, les dejo
con la presentación de entrada con su famosa canción, compuesta por Sylvester
Levay y contiene una síntesis de los rotores de la nave en vuelo.
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