¡Ya basta, señores! De verdad,
basta. ¿Acaso creen que con dar una ayuda económica a alguien se le está
haciendo un bien? ¿No se dan cuenta que se está impulsando al receptor de la ayuda a no hacer ningún trabajo para salir de donde
está, sencillamente, porque pedir es lo más fácil? ¿Se han puesto a sacar la
cuenta de lo que gana un “cuidador de carros”, un “artista callejero”, un “enfermo”,
un “lisiado” al mes? No me vengan a decir que soy un perro y un “mala gente”.
Reconozco que hay gente que necesita ayuda pero darles dinero no es la manera
correcta. También tienen que reconocer que existe más de un pícaro viviendo de
la “caridad” de la gente.
Dar dinero es ser egoísta ya que
sólo le reporta beneficios al “donador” ya que lo llena de una inmensa
satisfacción sin tomar en cuenta las consecuencias de su actividad sobre los
demás. Si quieres hacer el bien, es mejor que te enfoques en la caridad, en
algo que te implique un sacrificio o un trabajo… no en sólo dar dinero y te
olvidas de lo demás.
Pero ahora, vamos al punto que
nos interesa, el por qué de la campaña: El país se está convirtiendo en un
territorio de limosneros y “pedidores profesionales”. En cada intersección de
la ciudad, tenemos hasta 2 personas pidiendo en cada vía. Hoy, por cierto, vi
un señor que estaba pidiendo en una de las calles más transitadas de la ciudad.
Tenía una herida en la pierna izquierda y estaba con muletas. Lo que me llamó
la atención fue que, hace dos semanas, estaba en el mismo sitio pero con un
brazo enyesado… ya eso da de mal pensar ¿será que tiene algún familiar en un
ambulatorio y tiene para cambiar de zona herida? ¿Será que la misma persona se
está agrediendo a sí misma porque se dio cuenta que pidiendo le va mejor que
trabajando? Con tanto vivo suelto y, por lo raro de éste caso, tengo derecho a
pensar mal.
Ni qué decir de los “artistas
callejeros”. Ojo, no tengo nada contra las formas de expresión. Está bien que,
si te encuentras desempleado y sabes hacer algo y con ello te puedes ayudar
mientras, perfecto. Pero que todo sea
temporal hasta que tengas un trabajo. ¿Por qué no aprovechar esa cualidad que
tienes y, por ejemplo, fundas una escuela donde ayudes a los chipilines a
desarrollar esas habilidades? Pues fácil, porque necesitas un local con todos
los servicios los cuales vas a tener que pagar y tendrás que “lidiar” con
niños. O sea, es más fácil pedir que tener responsabilidades ¡ahí está el
detalle!
¿Los “cuidadores de carros”? ¡Ah,
esos son un caso! Se adueñan de una calle o cuadra y te obligan a darles para que
te “resguarden” tu preciado bien. ¿Cómo dos cristianos comunes y corrientes
pueden cuidar alrededor de 30 carros? Saquemos la cuenta: 30 carros, en línea
recta, uno detrás de otro, son casi 100 m de longitud. Ahora, imagina que es
una calle ancha y los tienes otra fila del otro lado… si tu carro está al final
de la cuadra ¿cómo carajos lo cuidan? ¿Tienen súper visión? Y, si detectan algo
raro ¿será que son Usain Bolt para correr esos 100 m en menos de 10 segundos y,
de paso, perseguir y atrapar al ladrón? ¿Verdad que no? Ah, pero en lo que te
montas en tu carro te dicen: Pana, colabórame ahí. Y, con esa mala pinta que
tienen ¿cómo te niegas?
¿Los que “embolsan” y transportan
los víveres en los supermercados hasta tu vehículo? ¡Ya hasta tienen tarifa!
¡Lo menos que les puedes dar son 5 Bs.! Tenía entendido que el que quería le
daba, no que había precio fijo. Ahora, hagamos un pequeño cálculo. Un
supermercado de tamaño mediano, en un día, puede recibir 1.500 personas en un
día malo. Los que te embolsan son 20 personas. Dividamos 1.500 entre 20 son 75
clientes para cada uno. 75 por 5 son 375 Bs. por día. 375 por 5 son 1.875 Bs. a
la semana y eso lo multiplicamos por 4 son 7500 Bs. al mes. Aparte recibe
salario mínimo y tiquete de alimentación, tal como obliga la Ley. Ahora ¿qué
profesional gana 7500 Bs. mensuales? Un ingeniero recién graduado debería
ganar, según el tabulador oficial del Colegio de Ingenieros de Venezuela 8.190
Bs. al mes pero sabemos que eso no se cumple. Entonces, la realidad te golpea
la cara: Vives en un país donde el que no es un profesional, el que no estuvo
estudiando y “quemándose las pestañas”, por al menos 5 años, gana más que tu. Ah, pero resulta que tu, profesional,
colaboras con esa sinvergüencería porque no quieres que te vean como un tacaño.
Y claro, esa gente, con lo fácil que se gana la plata ¿crees que se preocupará
por mejorar su preparación? ¿Querrá echar adelante como un profesional? ¡Para
nada! Si es que los “profesionales” lo mantienen… ¡y muy bien!
Conozco un caso muy particular.
Un señor tenía una pelota en el cuello y ¡vaya que sí era bien fea! Siempre
estuvo pidiendo para operarse ya que la intervención era bastante costosa. Un
día, el tipo se consiguió con mi papá y mi viejo le preguntó por qué, después
de tanto tiempo, no se había operado, el tipo, con aquel descaro le dijo ¡¿estás
loco?! ¡Gano más dinero pidiendo que trabajando!… ¿así o más claro?
Por eso, ya basta de propinas y
limosnas. Si quieres hacer algún bien, averigua con qué institución benéfica
puedes ayudar: No tiene que ser dinero, con tu trabajo, basta.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario