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Mucho se ha hablado de los
fenómenos políticos acaecidos en Venezuela a lo largo de los últimos 18 años.
Desde el arribo de Chávez a la presidencia de la República en 1999, mucha tinta
se ha gastado para tratar explicar el fenómeno de su ejercicio en el poder.
Claramente, no era una Democracia plena, pero tampoco era una dictadura típica.
Sí, era militar, requisito importante para etiquetar a su régimen como dictadura…
pero resulta que llegó con votos.
Tal vez, esa forma de arribo al
poder y no por medio de una intentona golpista (recordemos que comandó una el 4 de Febrero de 1992, que fue un fracaso)
fue lo que hizo disfrazar su régimen de democrático. Para ello, tenía que
ponerse un traje a la medida: Promovió una constituyente, aprovechando su
popularidad, y usando la bandera de la “soberanía
popular”, engañó a más de un incauto, logrando así la aprobatoria de su
constitución.
Chávez permitió ciertas
libertades durante cierto tiempo y, aprovechando lagunas legales, cerró algunos
medios de comunicación y asfixiando a otros, sobre todo a la prensa, ya que
tomó el control de la importación de papel. Periódico que apoye al gobierno,
tiene su papel garantizado. Con esas políticas, muchos medios se arrodillaron
ante el régimen. Periodistas fueron despedidos o perseguidos. En 2002, luego de la huelga petrolera, el régimen se dio cuenta que, para controlar a la
población, era necesario ser el Patrón.
Por ello inició una estatización de
grandes empresas, bancos, medios de comunicación y controlar las divisas. Esto último
provocó el cierre de muchas empresas: El gobierno ponía el precio a la divisa,
lo que hacía que importar fuera mucho más económico que producir, generando
como consecuencia el aumento del desempleo formal pero que el gobierno maquilla
y llama tasa de desocupación. Con el
control del dólar, también vino el control de la clase media a través del
famoso “Cupo Cadivi”: Haciendo que
la “clase media”, repentinamente, saliera de vacaciones a Europa, a Disney, a
Miami, Panamá… De repente, todos los bancos comenzaron a entregar tarjetas de
crédito y aparecieron las mafias del “dólar
negro”… compraban barato y vendían a ganancias de más del 100%. Esto le
trajo muchos dividendos electorales a Chávez. Claro, todo eso fue posible debido
al ciclo alcista de los precios del Petróleo.
Políticamente, Chávez aprovechó
para seguir metiendo leyes a la medida. Su momento cumbre, la aprobación
mediante referendo (con todas las ventajas que pudo tomar) de la reelección
indefinida. Un referendo hecho en menos de un mes, inmediatamente después de
haber perdido el anterior, cuando no le aprobaron sus leyes.
Pero como todo no dura para
siempre, los precios del petróleo bajaron, se comenzó a sentir la crisis y, con
ello, comenzó a bajar la popularidad del presidente. Aún así, había que
mantener la fachada de democracia. Se siguieron haciendo elecciones, se seguía
permitiendo las reuniones, la libertad de expresión… pero mucha gente común comenzó
a ser perseguida por diferir del régimen. Se conocieron casos de tuiteros
encarcelados por expresar su opinión.
Chávez enfermo, fue a su última
elección. La ganó. A los días, anunció que tenía que abandonar el país porque
se tenía que someter a un tratamiento contra el cáncer. Dejó de Vicepresidente
a Maduro y pidió, en caso que no sobreviviera, votar por él, que sería su
sucesor digno. Sabemos que tuvo cáncer pero no se sabe ni qué tipo ni qué
tratamiento se le hizo… sólo que se lo hicieron en Cuba. Todo dentro de un
secretismo. Voceros del gobierno mentían y mentían sobre la salud del
presidente. Señores, era el presidente, todos teníamos que saber sobre la
salud. Y el hombre murió. Se hicieron otras elecciones… y ganó Maduro por un
escaso margen.
Pero Maduro la tendría difícil.
El petróleo seguía bajando. Por lo que las consecuencias de seguir la política
de Chávez ahora es mas cuesta arriba. El gobierno fue perdiendo su popularidad
ya que la crisis comenzó a sentirse fuertemente y comenzó la represión y el
chantaje… siempre tratando de mantener la fachada. El 6 de Diciembre pasado,
marcó un hito que puso en emergencia la chavismo: La oposición obtuvo las ¾ partes
de los escaños de la Asamblea Nacional.
La Asamblea saliente eligió un Tribunal Supremo Express, a medida del chavismo.
Ya se veía venir lo feo. El 10 de Enero, asume la Asamblea y comienza a
arreciar los ataques del gobierno en contra de la “voluntad popular”. Comienzan a tomar medidas mas fuertes de control,
inclusive a través del hambre: Se forman los comités para la “producción”
(CLAP) y obligan a las pocas empresas productoras de alimentos a que les vendan
sus productos para “distribuirlos” a las clases mas necesitadas. El gran
problema, necesitamos estamos todos porque la comida no se consigue en los
anaqueles.
Se llama a diálogo pero ya hay
antecedentes que el gobierno lo que hace es querer ganar tiempo. La oposición pones ciertas condiciones y el gobierno las
niega. No se llega a nada. Sólo nos queda una salida pacífica: El Referendo Revocatorio.
El gobierno, a través de las “instituciones independientes” comienza
a sabotear y torpedear la solución, exigiendo requisitos absurdos, rayando a lo
imposible, buscando con ellos que no se logren las metas, tratando de desanimar
a la gente. Sus voceros: Jorge Rodríguez, Diosdado Cabello, entre otros, juegan
a la mentira dicha mil veces, atacan a la Mesa
de la Unidad Democrática (MUD)
tratando de fracturarla… pero para desdicha del gobierno, siempre se logran los
resultados. El gobierno carece del “carisma”
de Chávez y de los petrodólares para
convencer a la gente. Se militariza el gobierno… pero siguen escaseando la
comida y las medicinas. En el hampa, tienen un aliado. Posponen las elecciones
de gobernadores que, constitucionalmente, se deben hacer este año. El plan es que
la gente se preocupe en vez de que se ocupe.
Y así, poco a poco, se van
quitando la careta democrática. Hasta que el día de ayer, 20 de Octubre, de
manera intempestiva, la presidenta del CNE anuncia que queda suspendida la recolección
de manifestaciones de voluntad del 20% que tendría que realizarse la próxima
semana (26, 27 y 28 de Octubre) con todo y sus requisitos imposibles. El
argumento esbozado fue un recurso admitido por 5 tribunales penales estadales
(sin competencia para suspender ningún evento electoral) que ¡casualidad! Fue emitida
de manera sincronizada en los 5 estados… Estados controlados por el ala chavista
de Diosdado Cabello. Eso sí, el presidente, de gira… como si no fuera con él.
No sin antes declarar que en Venezuela no habrá más elección hasta que las
condiciones sean favorables al chavismo, ya que no van a permitir que ocurra
los del 6 de Diciembre: Pérdida por su parte de la Asamblea Nacional.
Así, sin un viso de legalidad,
suspenden la última alternativa legal y pacífica para acabar con éste desastre.
No existe justificación que sustente tal decisión. Y quien tiene el deber de
defender la Constitución: Las Fuerzas Armadas, no dicen nada. Su silencio sólo
significa que aceptan la violación flagrante a la Carta Magna.
Sólo queda de nuestra parte
asumir el protagonismo que nos corresponde. Adiós, democracia. Ya buscaremos la
manera de que vuelvas. Pero eso sí, llamemos las cosas por su nombre: Venezuela
es una Dictadura.